“Melodía solitaria”
En la orilla donde el océano susurra su canción,
Un piano yace solo, testigo del vaivén.
Entre notas de sal, su madera reposa,
Una sinfonía de arena, el arte del vaivén.
Teclas de marfil tocan melodías de espuma,
susurros salados que danzan en la bruma.
Cuerdas de mar se estiran en un pentagrama de sal,
cada ola, una nota, en esta playa musical.
Las olas se retiran, dejando al piano en reposo,
un pianista invisible, el viento, su único gozo.
Las teclas son caracolas que guardan secretos del mar,
historias entrelazadas en cada acorde lunar.
Bajo el cielo vasto, el piano cuenta su historia,
una sinfonía de sueños acunada por la memoria.
En la arena, las huellas de un concierto efímero,
un poema salado, un canto sin invierno.
Así reposa el piano, en su rincón de marea vacía,
un eco eterno de la danza entre el mar y la armonía
Que el piano en la playa, en su solitaria estación,
siga componiendo canciones con cada ola, con cada canción.