LUCÍA ROSA GONZÁLEZ

VOLCÁN, LA CICATRIZ
Desciendes y me abrazas. Y me abrasas.
¿Qué lames en las llagas?
¿Qué clavas en mi carne?

Te pareces al hambre,
al cuchillo del hambre,
pero eres más que el hambre.

Si el llanto está cerrado, nuestro llanto,
¿quién despliega el cuchillo
listo para matarte?


ZONA CERO
Como ama esta lava no nos vale.

Les rodeó el pulso de los dragos,
bebió su eternidad,
escachó su esperanza milenaria
y los dejó en la nada.

Entró por las ventanas de la casa,
degolló los tejados,
las trenzas coloradas de las tejas;
destripó el interior,

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como si destripara el pensamiento
de las cosas.
Les clavó las pezuñas a los cuartos;
desgarró los armarios
tiñéndolos de sangre;
se bebió los pasillos,
las arterias tan blancas
con los cuadros colgados de las venas,

y dejó encendidas todas las lámparas.

Que alguien las apague.

 

Ilustración: Claudie Hüppe

  • Categorias: Poesía
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