OLAS
Olas que buscan la playa
rizadas por el viento van,
a besar la suave arena
con sus labios de cristal.
Olas que braman en la noche
en oscuras y desiertas playas,
castigan toda la orilla
quebrando su faz dorada.
Olas suaves y serenas
que mueren sin hacer nada,
sólo refrescan el alma
de la playa visitada.
Olas que como crestas
bañan los acantilados,
rompiéndose en mil pedazos
como fuegos artificiales.
Olas que se despeñan
lamiendo el polvo dorado.
Olas que incansables refrescan
los pies de los arrecifes
de blancos encajes bordeados.
Olas gigantes,
túneles interminables,
que traen a los surfistas
que cabalgan incansables...
La vida de los canarios
siempre así, acompañada:
olas, oleaje, oleada,
meciendo sueños
entre rumores de besos,
cantando penas
entres susurros de folías,
devorando vidas
en abismos profundos,
compartiendo risas
entre torbellinos festoneados
de las plácidas tardes de verano.
MAGIA SALADA
Olas turquesas y serenas
acarician la playa;
besos de nieve
en la dorada arena.
Suspira el viento temprano
mientras la plateada luna
se baña en las aguas claras.
Tú y yo, cogiditos de la mano,
aspiramos el aire puro
de aquella linda mañana.
De pronto, una lágrima brotó
y resbaló por mi cara;
palabras llenas de amor
en tu boquita de grana.
La luna ya no se baña,
el sol le duele en la cara y el transparente cielo
surcado por rayos dorados,
calienta la suave arena
donde estamos recostados.
Despierta mi alma dormida
ante tu ardiente mirada,
fundiéndonos en un beso
que sabe a magia salada